Pomponio emprende su viaje en busca de una cura para su dolencia... intestinal, sí. O eso al menos creía él. Su periplo por tierras de oriente le lleva a afincarse, por un tiempo, en una ciudad donde nada ni nadie son lo que parecen. ¡¡Asombroso!! Este es el adjetivo que describe con enorme acierto tanto a las circuntancias que el raboni testimonia como a los personajes con los que se va encontrando en su camino. Y, finalmente, sí..., ¡el milagro se produce!
Ármate de libros y vencerás. Son las mejores armas para la lucha de la vida.
Anónimo.
Escoge un autor como escogerías a un amigo.
Wentworth Dillon
martes, 20 de noviembre de 2012
El libro es fuente para la
sed, almohada para el cansancio, tamiz sereno para la loca alegría,
pañuelo para las lágrimas, y consuelo para el dolor.
