Los sacerdotes acompañaron a Tutankamón hasta su última morada. Ankhsentamón, abrumada por el dolor, se arrojaba puñados de arena en la cabeza. La momia fue depositada en un ataúd de oro macizo, colocado en un segundo ataúd mayor, colocado a su vez en un tercer ataúd, depositado por su parte en un sarcófago de piedra.
Los vivos volvieron a salir de la tumba y, luego, cerraron la entrada con tierra, para hacerla invisible a los saquedadores.
Howard Carter siente que su vida y la del gran faraón están íntimamente ligadas, por eso necesita un ayudante para hallar cuanto antes su tumba en el Valle de los Reyes. ¿Te animas?
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